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lunes, 5 de marzo de 2012

Quería escribir algo bonito, algo que llegase dentro e incluso que llegase a causar lágrimas. Entonces, empecé a pensar.. Ayer fue 3 de Marzo, y sí, han pasado 31 tristes y rápidos meses desde que ya no estás. 
Sé que hay miles de personas en mi misma situación, al igual que otras muchas que no tienen ni idea de lo que se siente. A estas últimas me voy a dirigir.
Aprovecha. Abrázalos, quiérelos, pasa tiempo con ellos... Puede que a veces sean odiosos, que no te dejen salir hasta las tantas o que te obliguen a estudiar o a comerte todo el plato, pero aun así, acércate y demuéstrale que les quieres. 
Lo que más echo de menos es no poder esconderme en sus brazos, reírme con él, incluso pelearme con él. 
Cuando ya no lo tienes echas de menos su olor, su sonrisa, su mirada, sus regañinas, los momentos empalagosos en los que acababa diciendo '¡Para ya Papá, pesado!' 
Supongo que es fácil ir con la sonrisa como si todo me fuese bien, o como si no notase que me falta -o al menos algunas personas lo piensan-. Pero no lo ven como lo hago yo, es una barrera ¿sabéis?.. Es como un aparato de dientes, que te pones por las mañanas y si eso te lo quitas por las noches. Que hay veces que esta demasiado desgastada y se te nota, pero no tardas nada en fabricar otra, y al día siguiente como si nada.
     Sé feliz a su lado, ya   llegará el día que les eches de    menos a morir.


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